Seguidores

domingo, 22 de diciembre de 2013

UTÓPICAMENTE A MI LADO

Estás a mi lado
Y soy feliz.
Puedo sentirte,
Puedo tocarte
Y puedo besarte.
Siento tu corazón latir por mí;
Sus latidos se unen a los míos
Y se hacen uno.
Soy tan dichosa al verte junto a mí,
Que cualquier cosa daría
Porque este momento no acabase
Y sentirte así para siempre.
Pero mi felicidad acaba
Cuando abro mis ojos
Y me doy cuenta
Que ya no estás a mi lado,
Y no porque te hayas marchado,
Sino porque nunca lo estuviste.
Todo había sido un bello sueño,
El mejor que he tenido
Y del que nunca hubiese querido despertar.

jueves, 28 de noviembre de 2013

PRESENCIA UTÓPICA

Me es suficiente con cerrar mis ojos para verte,
Para imaginarte y para sentirte.
Aun cuando no te conozca ni sepa tu nombre,
Aun cuando sólo te haya visto en mis sueños;
Esos sueños que han sido los mejores.
Cada noche al cerrar mis ojos,
Guardo la esperanza de verte,
Y que en mis sueños veas dentro de mi alma
Cómo mi corazón late
Tan sólo al imaginar un rostro,
Unos ojos,
Unos labios
Y un cuerpo que jamás he visto.
Y cuando despierto,
Es el momento más triste del día,
No porque no estés,
Sino porque tengo que esperar hasta la noche
Para poder tenerte,
Para poder amarte
Y para poder soñarte.

ESPEJISMO

Llevaba persiguiéndote, no sé cuánto tiempo, aun sin perseguirte.
Creí haberte encontrado en la persona equivocada, pero la equivocada era yo!
Te busqué y te perseguí  porque te vi, o al menos, eso pensé yo,
Pero cuando quise atraparte, me encontré frente al espejismo de mi cruda realidad:
Estaba sola, y aun cuando quise divisarte a lo lejos, me fue imposible…..
No supe si eras un espejismo, o simplemente, era yo……
Era yo quien se había transformado en un espejismo que sólo te veía a ti,
Que sólo te imaginaba a ti, que sólo te pensaba a ti
Y que sólo te amaba a ti………..
Y te amaba sin conocerte, sin mirarte, sin sentirte, sin tocarte…..
Y ahora, que he decidido dejar de buscarte, te he encontrado…
Has aparecido nuevamente como un espejismo,
Sólo que ese espejismo ya no existe……..
Y no existe simplemente porque eres una realidad.
Eres una realidad que me habla en el silencio,
Que me mira sin mirarme, que me escucha sin hablarle,
Que me canta sin música y me toca sin tocarme….
Eres una realidad que me hace suspirar y me hace sonreír
Como mujer alguna haya suspirado y sonreído jamás.
Eres el espejismo que había estado persiguiendo
Y que no había podido atrapar……….
Eres el espejismo que me ha atrapado……..
Sí, porque sencillamente, has sido tú quien me ha atrapado
A pesar de ser yo quien te perseguía…..
Y te perseguía desde siempre, desde el ayer, desde el hoy
Y desde el mañana!
Y ahora que te topé, no sé qué hacer, vuelve a aparecer el miedo…
Ese miedo, el mismo de siempre………
Que me atrapa, que no me deja respirar, que no me deja enamorar,
Que simplemente, no me permite!
Pero me atrapaste, y yo, feliz, me dejé atrapar………
Porque sé que tú eres yo, porque sé que yo soy tú…….
Porque esos ojos, tus ojos, que los veo cada noche en mi sueño, me lo dicen……
Me dicen que sólo estamos tú y yo en este mundo de grandes momentos……
En este mundo de grandes amores y desamores……
En este mundo que está hecho para ti y para mí……….
En este mundo que aún tenemos por descubrir…….
Y sí, tenemos que descubrirlo, tú y yo, yo y tú………
Porque lo único descubierto por mí, ahora que me atrapaste,
Ha sido el comprender por qué antes no te había topado…..
Y la verdadera razón ha sido que, ahora que te topé,
Me di cuenta que estoy hecha de ti, sólo de ti y nadie más……..
Así de simple y sencillo…….
Descubrí que estoy hecha de pedacitos de ti.




TU NOMBRE

Mis labios pronuncian esas palabras que no recuerdo......
Mis ojos cerrados tratan de mirarlas y adivinar lo que mi boca anuncia, pero siempre se rinde y cede ante esas palabras......
Y mis manos las dibujan en el aire, y sus movimientos son tan veloces que nada puedo hacer.
Pero de un momento a otro escucho que mis labios las pronuncian, noto que mis ojos las ven y siento que mis manos las sienten y las tocan. Entonces, estoy frente a mi misma......
El espejo me dice lo que mis labios tanto pronunciaban, lo que mis manos dibujaban y lo que mis ojos querían ver. Son tan sólo dos palabras: 
TU NOMBRE.

ABRAZO

Abrázame con tus ojos
que me muestran lo que sientes.
Hazlo con tus labios
que me dicen que me quieren,
y con tus brazos
que me fortalecen.

TRISTEZA

Mi tristeza no es más que mi soledad.
Es tan sólo mi recuerdo, es mi vida.
Mi tristeza es por ti y por mí.
No sé qué está pasando; tengo miedo.
Mi tristeza es por tu mirada lejana
que me dice que estás a mi lado,
pero no conmigo.
Mi tristeza es por tu respuesta,
un nada que me calla.
Y, aunque no lo notes,
tu tristeza es la mía también.
Mi tristeza es mi vida y es la tuya;
Es por ti y es por mí.

SIN TI

A veces me siento sola,
aunque esté contigo;
no sé por qué.
Tal vez sea yo.
Muchas veces he intentado decirlo,
y cuando lo hago……….
tú ya no estás conmigo.

AL CERRAR MIS OJOS

Sólo quiero cerrar mis ojos
para mirar los tuyos
y hablar en silencio.
Para imaginarte a mi lado
y de ti no apartarme.
Para decir lo que sientas
y me escuches atenta.
Para sentir lo que digo
y lo sientas conmigo.
Para caminar junto a ti
Y de la mano correr.
Para danzar en un abrazo
y así permanecer.
Sólo quiero cerrar mis ojos
Y que tú los cierres conmigo,
Para morir junto a ti,
Por siempre de la mano;
Como cuando danzamos,
Sólo dos, sólo tú y yo.

NOCHE

Qué es la noche,
sino sólo el indicio que el día
brillará resplandeciente.
Qué es la noche,
sino sólo ver la oscuridad
al cerrar os ojos
y volver a ver la luz al abrirlos.
Qué es la noche,
sino sólo la existencia
de un nuevo comienzo del día.
Qué es la noche,
sino dormir eternamente
y no despertar más en el presente.

EXISTENCIA

No sé si es frio o calor lo que tengo.
No siento, no pienso, ¿no existo?
Cierro los ojos y muero,
pero los abro, y vivo.
Y si los cierro, y ¿no despierto más?
Será que estoy muerto o
será que estoy vivo.
Tal vez ya lo sepa o tal vez no.
Y si lo sé, entonces………….
¿Por qué no sé si es frio o calor lo que siento?


SUEÑO

No sé qué soñé pero soñé.
Creo que fue contigo,
No sé si estaba sola
O tú estabas conmigo.
No sé qué soñé pero soñé.
Creo que era de día
O tal vez de noche,
Aunque no sé si amanecía.
No sé qué soñé pero soñé.
Creo que danzaba la luna
O no sé si las estrellas,
O si éramos tú y yo
Bailando junto con ellas.
No sé qué soñé pero soñé.
Creo que fue ayer,
O no sé si es hoy.
No sé si es sueño
O si es mi vida.
No sé si desperté
O estoy soñando todavía.


LAS MANOS MANCHADAS

“Y mi sangre, mi pobre barata sangre no sabe qué hacer con tanto infierno”
Anónimo.

Mis manos están manchadas.
La sangre que en ellas veo
No me la puedo limpiar.
Está sujeta a mis manos
Como si hiciera parte de ellas.
No quiero mis manos!
No las quiero.
Cierro mis ojos para no verlas,
Pero aun así, no me dejan de mirar;
Y me hablan, me gritan, me reclaman.
No sé qué dicen. Cierro mis oídos.
No las escucho… pero ahí están. Lo sé.
Las puedo sentir; no me dejan,
No quieren apartarse de mí.
Donde quiera que vaya,
Ahí están ellas.
Pero…
Ya no sólo son mis manos.
Es todo mi cuerpo.
No sé de dónde viene tanta sangre.
Qué pasó, ¿soy yo?...
-Es nuestra sangre, alguien dice.
Busco esa voz, pero no la veo.
-Abre los ojos, me gritan… Tenía los ojos cerrados.
Los abro y ahí están. Distante de mí;
Y sólo una me habla.
Ahí están. Son todos aquellos que han derramado su sangre.
Que han muerto antes de tiempo.
Toda esta sangre es de ellos, pero…
Por qué estoy manchada?... Nadie me dice.
Cierro mis ojos muy fuertes,
Quiero despertar de esta pesadilla…

Abro mis ojos y… era un sueño!
Me levanto… no puede ser!
Los que estaban lejos de mí,
Ahora están a mi lado.
Pero… por qué?
Acaso soy parte de ellos?... Imposible!
Miro mis manos y están manchadas…
La sangre de mis pesadillas…
Era mi sangre.

MI SOLEDAD Y YO

Cuando los demás mueren
En la oscuridad de la noche,
Yo la despierto y le hablo
Y ella nada me dice,
Le cuento mi vida
Y ella me escucha en silencio.
Hablo hasta cansarme,
Hasta quedarme dormida,
Y mientras… ella vela mi sueño.
Sé que siempre con ella cuento,
Aparece al sentirme sola
Y no deja de estar conmigo.
Y cuando amanece
Y los demás despiertan…
Ella se va de mi lado.
En la oscuridad de la noche
Cuando los demás mueren,
Sólo estamos las dos,
                                                     Mi soledad y yo.

MIS PASOS

Cuando desperté... ya no estabas allí.
Te fuiste y me dejaste sola
Creí verte a través de la ventana
Y corrí detrás de ti, pero no,
No fue a ti a quien vi.
Te busqué en todas partes
Pregunté por ti y nadie respondió,
Nadie sabía quién eras
Nadie conocía de ti.
Caminaba sola por las calles
Bajo el sol y bajo lluvia.
Te busqué todo el día,
Recorrí cada esquina, cada calle,
Cada parque, cada sombra,
Pero no te encontré.
Se hizo de noche y quise seguir
Pero estaba agotada… y regresé.
Y cuando entré, ya estabas allí,
Con los ojos cerrados y mi foto en tus manos;
Me senté a tu lado y te abracé
Pero no me miraste…
No me sentiste.
Entonces, vino a mi memoria un vago recuerdo
Y me di cuenta que la que no estaba era yo,
Era yo quien te había dejado.
Me levanté y te alejé de mí
Llevándome tu tristeza en mi alma.
Y caminé hacia una puerta
Que se cerró para siempre.
Y mañana, cuando despiertes,
No me buscarás ni correrás tras de mí,
No me recordarás
Porque ya no estaré ahí.

MI SOMBRA

¿Por qué te alejas de mí?
¿Acaso huyes?
Si al acercarme a ti
Siento que me cubres.
Y al bajar me estrello
Con mi propia realidad,
Y al ver tu rostro bello
Ya no quiero despertar.
Y aunque quiera ya no puedo…
Vivo en la eternidad;
Y sola allí me quedo
Con mi propia soledad.
Nos separó la muerte
Pero no me impide verte,
Porque cuando huyes de mí,
Realmente no lo haces,
Estoy tan cerca a ti!
Y eso tú lo sabes.
Camino por tu sombra
Y me quedo descansando.
Escucho que me nombras,
Ya es tarde… te voy dejando.
Y me alejo de tu sombra
Aunque te siga amando.

CUANDO TUS OJOS ME MIRAN

Cuando tus ojos me miran
Los contemplo en silencio,
Porque ese silencio que invade mi pensamiento
Me deja sin aliento;
Y siento mi corazón adentro
Que detenerse quiere porque estás ahí ante mí.
Cuando tus ojos me miran
Quiero no sentir pero siento,
Quiero no mirarte y te miro,
Quiero no morir pero muero,
Quiero detener el tiempo y no puedo,
Quiero abrazarte y lo pienso,
Quiero no amarte y te amo, quiero besarte y me acuerdo
Que aún no sabes lo que por ti siento.
Cuando tus ojos me miran.
Sólo sé que me miran,
Y los míos, como no queriendo, te miran;
Y te miran sabiendo que es en silencio
Donde puedo decirte todo lo que siento.
Porque sólo sé que me miras
Cuando tus ojos me miran.

domingo, 25 de agosto de 2013

MIEDO

"Te enseñaré el miedo en un puñado de polvo"
                                              -- T. S. Eliot

El miedo es tal vez mi más grande enemigo. Muchas veces me pregunto por qué, pero aún no hallo una respuesta que satisfaga mi inquietud. Miedo a qué, me digo. Miedo a todo y a nada. Miedo a comenzar algo, y miedo a no terminarlo; es más, creo que lo único que realmente he terminado cuando lo he empezado, son mis escritos. Aunque pensándolo bien, en estos momentos tengo dos cuentos sin terminar. Y pienso que me sirve muy poco el pensar que El Miedo es una palabra y un concepto que nos inventamos los seres humanos precisamente para dejar de hacer, o nunca hacer, lo que debemos, lo que pensamos e incluso, lo que queremos y deseamos. Lo inventamos sólo como escudo para nunca luchar, como excusa para escapar. Pero escapar de qué, no lo sé; tal vez de nosotros mismos, de los demás, de lo que somos o de lo que no.

Mi miedo está tan adherido a mí, a mi piel, que no sé si algún día, lejano o cercano, logre huir de él. Tal vez nunca lo haga, o tal vez la única manera de lograr vencerlo sea al morir. Lo cierto es que siempre lo veo, en todos lados, donde quiera que yo esté, ahí está él, burlándose de mí. De hecho, y no es mentira lo que digo, puedo verlo al cerrar mis ojos, e incluso al despertar y en cada uno de mis sueños; creo que debido a ello ya mis sueños se han ido; ellos, de cierta forma, sí han logrado escapar.

Siempre me han dicho y he sabido que la vida es para valientes, y que en este mundo debemos estar preparados para sufrir, pero nadie me ha hablado del miedo, nadie me ha dicho cómo librarme de él. Tal vez sea porque soy la única que lo ve o lo siente, o tal vez porque yo le doy demasiada importancia a este tema, o tal vez sea porque el miedo no es más que la vida misma con un rostro, una piel, unas manos y un cuerpo femeninos muy parecidos a los míos. Tal vez ese miedo sea el reflejo de mi misma.

Y creo que lo peor de todo es que el miedo es un laberinto con muchas caras iguales que no me permiten escoger, ni decidir, ni luchar o dormir, ni soñar o cumplir o arriesgar, ni ganar o perder y mucho menos vivir. Mi miedo se sienta y se acuesta junto a mí, todos los días y todas las noches como esa sombra que se refleja en un muro ante una luz tenue que la ilumina y que poco a poco se vuelven una. Y creo que para finalmente vencerlo, debo no pensar, pero esto es imposible; debo apartar mis pensamientos y sobre todo, mi cerebro de mi cabeza, pero sería morirme y aún no lo hago; y si muero se irá conmigo y aún así difícilmente podré ser libre. Mas sin embargo, creo que lo peor de todo es mi temor a ese enemigo que me habla sin palabras, que me mira sin mirarme y que vive en mi interior y que siento respirar con cada latido de mi corazón. Lo peor de todo es mi miedo a mi miedo.